dissabte, 9 de juliol del 2011

El ayuntamiento censura a los indignados

Muchas de las personas y entidades que en algún momento han tratado con el grupo municipal que actualmente gobierna nuestra maltratada ciudad saben que tanto la soberbia como la apatía en el desempeño de sus funciones son, por desgracia, frecuentes. Aun así, no deja de sorprendernos que el pasado sábado 2 de julio el Ayuntamiento de Rubí prohibiera una sesión de cuentos que había de celebrarse a las 23h en la plaza Anselm Clavé arguyendo que no estaba en el programa oficial de la Festa Major y que el Ayuntamiento no estaba dispuesto a ceder un equipamiento municipal, el escenario que gestionaba Jazz Rubí con la financiación del consistorio, para tal actividad.
Días antes a la Fiesta Mayor personas afines a Rubí, Indigna’t se pusieron en contacto con Jazz Rubí para proponerles dinamizar dicha plaza una noche durante el tiempo muerto previo a los conciertos que allí se celebrarían. Ambas partes acordaron el momento más oportuno para la realización del espectáculo que bajo el título de “Cuentos indignados” trataría de temas como la democracia, la injusticia, la esperanza o la superación personal. Aunque con toda probabilidad a más de una persona podían haberle pitado los oídos y el lenguaje en ocasiones pudiera no ser políticamente correcto (cosas de la indignación ciudadana)  la crítica social no iba dirigida a personas concretas con lo cual estimamos totalmente injusta y desproporcionada la censura preventiva ejercida por el Ayuntamiento a través de una de sus técnicas de cultura. Además, el Ayuntamiento ni tan siquiera tuvo la decencia de comunicarnos personalmente que prohibía la actuación, los 2 narradores y el colectivo que lo organizaba estaban perfectamente identificados, teniendo que ser el propio Jazz Rubí quien nos lo comunicara pocas horas antes de su realización.

La realidad, registrada incluso en un informe policial repleto de errores y de informaciones tendenciosas, demuestra que a muchos de los políticos de Rubí no le gustan los “indignados” ni sus formas. Créannos, el sentimiento es recíproco.
Tenemos la certeza que si no nos hubiéramos identificado como Indignats, el espectáculo se hubiera realizado con total normalidad. Y eso nos indigna todavía más. Aunque lamentamos que para impedir que se mostrara públicamente el trabajo de un colectivo de la ciudad el Ayuntamiento aplicara la expeditiva fórmula de “al enemigo ni agua”, no vamos a dejar de trabajar ni vamos a hacerlo clandestinamente porque no nos dan miedo, ni pueden cerrarnos la boca con subvenciones.

Para no ser tachados nuevamente de violentos malhablados no seremos nosotros quienes pongamos los adjetivos a la actitud de “Quien paga manda” del Ayuntamiento ni a su intromisión en las decisiones de las entidades y de la ciudadanía organizada. Creemos innecesario aclarar que los llamados indignados y todos aquellos a los que bajo el amparo de la ley se les están robando sus derechos fundamentales, también pagan impuestos, y que por tanto, “el dinero del Ayuntamiento” y los equipamientos municipales también son suyos ya que salieron de sus precarios bolsillos. También parece obvio recalcar que el desempeño de la función pública obliga a trabajar sin discriminación al servicio de personas que no tienen por qué ser santo de tu devoción o seguir a pies juntillas tu ideario político.
Rubí Indigna’t ya se pronunció públicamente al respecto de su participación en la Fiesta Mayor: salir a la calle para continuar con nuestras reivindicaciones de forma divertida, festiva y pacífica. No somos unos aguafiestas y una muestra de ello fue nuestra silenciosa presencia en el pregón de Fiesta Mayor vestidos en pijama para protestar por la falta de equipamientos de diversa índole donde la ciudadanía de Rubí pueda relacionarse. Acción del todo acertada ya que los hechos del 2 de julio evidencian nuevamente que los dirigentes de éste gran dormitorio llamado Rubí, pretenden que nos quedemos calladitos en casa y sólo salgamos a la calle cuándo, cómo y dónde ellos quieran.
Agradecemos de corazón que Jazz Rubí nos permitiera compartir el espacio público que gestionaba durante las fiestas, aunque por causas ajenas a su voluntad, el espectáculo no se pudiera realizar finalmente. Y queremos aclarar que si Rubí, Indigna’t acató la prohibición de realizar la sesión de cuentos en la vía pública fue para no perjudicar a la entidad que amablemente nos permitía usar el equipamiento y no por estar de acuerdo con la orden dada o por aceptar la autoridad de quien no nos representa y se preocupa principalmente de defender sus propios intereses en lugar de respetar el trabajo de las entidades. Ojalá en el futuro podamos colaborar con Jazz Rubí y otras entidades sin presiones ni injerencias externas.
La fractura social y la falta de entendimiento entre la clase política y una gran parte de la ciudadanía, movilizada o no, es abismal. La crisis financiera es sólo una parte de la grave crisis que afecta a las sociedades llamadas democráticas. Es evidente que prohibir, criminalizar y señalar con el dedo y las porras a la población descontenta no van a solucionar el problema. El Ayuntamiento de Rubí la ha vuelto a cagar con la ciudadanía y no se aprecian ni se esperan mejoras. ¿Es Rubí un pueblo perdido para siempre? ¿Tendremos que esperar 4 años más para corroborarlo?
Rubí, Indigna’t

1 comentari:

  1. Censura hoy en día...lamentable! democracia? humildad? escuchar al puelbo? así se definia la campaña electoral de PSC en Rubí!! No nos representan!

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